Los personajes del cuento son animales autóctonos de esta tierra y es un pequeño homenaje a mi nieto Iam, que hoy está en el cielo.
No hay consuelo en el mundo que pueda calmar el dolor de una abuela, pero me refugié en las letras para contarle a Iam, y a los chicos de Tierra del Fuego, una historia maravillosa. Les pido que la compartan y la disfruten, siempre en familia.